La torre-campanario de Pilas
Es una planta en estrella separada del templo. Se inicia el despegue hacia un lenguaje formal altamente novedoso, en el que Barquín abstrae las formas tradicionales
creando una sorprendente variedad de campanarios a los que dota de cualidades escultóricas. Altísima y desproporcionada con la Iglesia, no guarda relación con el edificio del seminario. Es una torre de carácter metropolitano.
En un alarde de virtuosismo, con un sorprendente desarrollo vertical, el autor resuelve la torre exenta a partir de una larga caña de ladrillo visto con perfiles de
hormigón. Ésta sostiene la estructura tubular doble de un cuerpo de campanas a cielo raso que se separan con plataformas planas de hormigón, horadada la
del primer cuerpo en la parte central y laterales para encajar la estructura tubular. El cuerpo de campanas se remata con teórico chapitel tubular de mínima
sección y cruz, basados en el esquematismo funcional del Racionalismo europeo
El campanil se erige majestuoso, presidiendo un conjunto arquitectónico de singular austeridad y belleza. La ascensionalidad resuelta con perfiles modernos parece
nacer, como dice Rosario Berraquero, doctora en Historia del Arte, de la exuberante vegetación de las zonas ajardinadas que bordean el conjunto, haciendo de éste
un elemento omnipresente.
La torre era un anuncio a toda la comarca de lo que allí pasaba, y como recogía la memoria original del proyecto descriptivo: El campanil, exento, dará una nota alegre y completará la fisonomía no solo de la Capilla sino de todo el
oficio.