Dos Hermanas, 19 de Junio de 2.011
Y ESTAS PERSONAS NECESITAN DE NUESTRO APOYO, TANTO ANÍMICO COMO DINERARIO
Me llamó Claro Jesús para decirme que se encontraba por estas tierras. Me alegró enormemente esa llamada. … Y quedamos para vernos. Llamé a compañeros y puse la noticia en el foro de “Pilanario” y en el foro de “losdepilas” para su mayor difusión. Organizamos una comida en el colegio de José Manuel Corchero, que nos ofreció sus instalaciones, y quien nos hizo y preparó las viandas para los comensales, cuyo coste fue patrocinado por anónimos con objeto de que la recaudación completa de la misma fuera íntegra para la obra que está realizando en el lugar Claro Jesús, como así ocurrió y también con la aportación dineraria por parte de la asociación pilanario.
Como comprenderéis, lo importante no fue la comida, sino el encuentro en si, donde hablamos de la actualidad de los problemas de allí y de aquí, que nos acucian sobremanera.
El relato de Claro sobre su trabajo en el lugar de Nicaragua, es espeluznante y de rabia contenida. Duro, muy duro. Nos habló de las familias, de los niños, de esos niños que van a clases y andan tres, cuatro o cinco kilómetros para llegar y llevan ya a sus espaldas una peonada de trabajo, cuando aquí el coche no entra en el colegio porque no lo dejan, si no, entraban hasta en las clases. También nos habló de la infraestructura de la zona, donde, por no haber, no hay ni si quiera ESTADO. Su parroquia ocupa una extensión de aproximadamente la misma que ocupa la provincia de Sevilla. Tiene trabajo y está contento con lo que hace. Los vellos se te ponen como escarpias al oír lo que cuenta de allí. Te entran ganas de… y te contienes. Rabia, mucha rabia.
Pongo a continuación un comentario de nuestro amigo Paco Trenado sobre el particular:
“Muy pocos nos vimos en Dos Hermanas. Se ve que hay poco interés por estos temas. Para mi fue muy interesante el encuentro y oír de boca de Claro como se vive allí. Cuando relataba el modo en que llegan los materiales de construcción en los barquitos por el río y como, incluso niños de 3 ó 4 años cargan sus ladrillos al hombro para llevarlos 3,4,5 kms. Me recordaba la edad media relatada en el libro La Catedral del Mar, donde los bastaixos cargaban las piedras y las llevaban al lugar de construcción. Eso es lo que nos separa. 120 euros de sueldo al mes de un maestro, casas de cañas, caminar descalzos, comer frijoles de primero, de segundo y de postre y día y otro, si lo hay. Y ahí está la labor de un hombre, me da igual si es cura, médico o albañil, que lo da todo por ellos y que necesita que le echemos una mano.”
Los que no estuvisteis, os lo perdisteis. Merece la pena el apoyo a este tipo de personas.
Las Iglesias se pueden quedar vacías, no importa, pero lo que si importa es que se llenen las aldeas, los pueblos, la ciudades, las naciones, la Tierra entera de PERSONAS como nuestro amigo Claro Jesús, para hacer y construir una sociedad más justa y de oportunidades.
Y estas Personas necesitan de nuestro apoyo tanto anímico como dinerarios.