El pastor anglicano revolucionó el seminario, era un tío simpático, que hablaba con ese acento que gustaba escuchar, fácil en su risa, de piel blanca y de pelo rubio/blanco, a mi me parecía alto como la copa de un pino, un americano hijo de escoceses que nació en 1910 en Virgina (EE.UU.)
Era un cincuentón que llegó a Pilas convencido de lo que quería ser, lo suyo no era un capricho o el aprovechar una beca, llevaba desde el sesenta dándole vueltas a la cabeza porque quería convertirse a la religión católica. Estaba en Pretoria cuado decidió irse a Roma para estudiar en el seminario de Breda, y para hacer prácticas como seglar se fue a Colombia donde fue profesor de literatura inglesa en la universidad de los Andes de Bogotá.
Cuando vino a España residió en Zaragoza trasladándose en el 58 a Sevilla donde cursó los estudios para su ordenación en San Telmo, como él decía le gustaba mucho Sevilla por su devoción a La Virgen, y era Ella uno de los motivos de su conversión, de Su llamada.
Roy Randolph estudió en Norteamérica y Alemania, ordenándose pastor anglicano y ejerciendo más de veinte años. Fue misionero en la India, capellán militar en el ejército británico, tomando parte en acciones durante la segunda guerra mundial en Birmania y Malaya. Desempeñó más tarde el cargo de deán en la catedral anglicana de Johannesburgo.
Lo suyo fue una elección tras un bagaje importante en la vida, tenía cuatro motivos principales para la conversión: el ejemplo y las obras del cardenal Newman, que Dios es uno y que su iglesia tiene que ser una, que la iglesia católica, en todas la épocas, ha producido y sigue produciendo tanto, y que la Virgen le ha llevado a la conversión.
En la tarde del 1 de Mayo de 1967 Roy Randolph cantaba su primera misa en nuestra capilla, aquel fue un día especial en el seminario, en ese día se creó para mí una de las primeras dudas, ¿debían y/o podían los curas tener hijos?. Me resultaba sorprendente ver a los hijos de Roy Randolph asistiendo a la ceremonia, era una situación curiosa. Días más tarde se llevó este tema a una de las clases de religión, ¿o fue la de formación?, no lo se
.. aún recuerdo a Roy Randolph de blanco inmaculado, todo a lo largo en el suelo delante del altar, un altar repleto de figuras, el cardenal Bueno Monreal, D. Ignacio Noguer, ya rector del seminario Mayor y D. Juan Leiva, nuestro rector entonces, y de maestro de ceremonias, monseñor Gallego.
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