Juan Carreto era recibido esa tarde a las puertas del templo por el clero, órdenes religiosas, padrinos y familiares, efectuando solemne entrada en la Prioral.
En el interior le esperaban, revestidos de capa y pértiga, otros sacerdotes y seminaristas compañeros del misacantano. En lugar destacado, asístían varios sacerdotes
del clero, Jesuitas y Agustinos.
De izquierda a derecha, Manuel Salido Gutiérrez, arcipreste de la Ciudad, José Robles Gómez, Juan Carreto Aparicio y Manuel María Pérez Sánchez.
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