Los que corréis para salvar a los bancos por su mala gestión, les dais el dinero del Pueblo, endeudándolo durante muchos años, sin exigir todas las responsabilidades debidas; y, en cambio, mostráis un corazón duro frente a los que os piden ayuda para no verse desahuciados, en la calle, y debiendo la hipoteca durante el resto de su vida, porque los habéis dejado desamparados –sin empleo y sin ingresos dignos.
Los que presumís de hacerlo bien, cuando lo único que os preocupa es garantizar el beneficio de vuestros parientes y amigos (notarios, registradores de la propiedad, empresarios de dudosa legalidad, clientela política) y, el ir traspasando servicios públicos a manos particulares que anteponen la ganancia a los derechos humanos.
Los que ponéis trabas en el sistema educativo para que sólo triunfen los ‘hijos de papá’ y unos pocos de superdotados; porque así resulta más fácil manipular al Pueblo.
Los que negáis al máximo toda clase de ‘investigación’ e ‘innovación’, sin importaros que los mejor preparados se marchen al extranjero; y, entonces, apenas queden fuerzas para acabar con vuestro caciquismo.
Los que lisonjeáis a militares y policías para que os sirvan y protejan sin reparar en vuestro tejemaneje de aparente amor a la patria; cuando vuestra patria es cualquier banco o paraíso fiscal que esconda el dinero que habéis sustraído o ayudado a evadir.
Los que sabéis que vuestros economistas-expertos mienten porque la ‘economía del crecimiento’ es una quimera, un modelo de enriquecimiento privado, sólo posible a costa de explotar y oprimir a otros. Por eso, dejáis que surjan millones de parados, abortáis su vida y, luego, lo justificáis diciendo que es algo totalmente necesario para hacer más competitivas vuestras empresas; es decir, para que ganen más dinero sin importaros el cómo lo hagan. Cuando entendéis que la única economía posible es la del ‘bien común’, la de atender las necesidades propias de todo ser humano, evitando derroches, el deterioro del medio, el sufrimiento en tantos trabajos y, los conflictos entre grupos y países.
Los que vais a misa y practicáis todos los sacramentos eclesiales mientras esos ritos no despierten vuestra conciencia. Ignoráis la buena noticia del evangelio –no se puede servir a Dios y al dinero-. Defendéis una enseñanza religiosa adormecedora, vacua, ajena a los problemas humanos. Y, en cambio, impedís toda materia que forme a la ciudadanía, por temor a que la gente se percate de vuestro juego sucio en favor de intereses tan egoístas.
Ya sabéis que vuestro fin está cerca. Qué vais a decir, entonces, ante la presencia de Dios, cuando Jesús os pregunte ‘por los pobres, por los que pasan hambre, por los que lloran’ …
[Lc.6,20-26]
Juan Luis Rodríguez Luque, 25289247B
Comunidad de Base –Zona de Antequera-
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