El arzobispo inaugura y bendice el Seminario Menor
![]() El arzobispo de Sevilla, mons. JuanJosé Asenjo, inauguró esta mañana de forma oficial el Seminario Menor de Nuestra Señora del Buen Aire y San Isidoro en una Eucaristía solemne celebrada a los pies del monumento al Sagrado Corazón, en San Juan de Aznalfarache. La ceremonia, que comenzó a las 11 de la mañana, fue concelebrada por 50 sacerdotes, entre ellos los formadores de la nueva institución diocesana. Asistieron en total unas 400 personas, incluidos los seminaristas, sus familiares y amigos y miembros de sus parroquias, algunos venidos desde sus pueblos en autobuses. El ambiente fue caluroso, no sólo por la elevada temperatura, sino también por la emoción vivida en este acontecimiento histórico para la Archidiócesis. D. Juan José, en una plaza esmeradamente decorada con flores, alfombras y banderas, relacionó en su homilía la memoria litúrgica que se recordaba, Nuestra Señora de la Merced, con la inauguración: En esta mañana la Santísima Virgen hace a nuestra diócesis una gran merced: el Seminario Menor que hoy inauguramos, un proyecto largamente soñado por mí, un proyecto que yo encomendé a la Virgen el día de la Inmaculada de 2009 y que hoy vemos convertido en gozosa realidad. Tuvo palabras de ánimo y agradecimiento para el equipo formativo del Seminario Metropolitano y para el vicerrector del Seminario Menor, D. Javier Nadal Villacreces, y el director espiritual, D. Andrés Ybarra Satrústegui, dos jóvenes sacerdotes diocesanos. También alentó la vocación de los nuevos 16 seminaristas menores: Escuchar la llamada de Dios a seguirle en el sacerdocio o en la vida consagradaes es hoy, más que en épocas pasadas, un milagro de la gracia, dadas las condiciones ambientales y culturales en que vivimos. Se necesita mucha valentía, audacia y generosidad para decir sí al Señor en una sociedad tan secularizada como la nuestra. Al final de la Eucaristía, dos de los candidatos al sacerdocio, Daniel, de 12 años, y Samuel, de 18, tuvieron palabras de acción de gracias por haber sentido la fortaleza para dar el paso del ingreso en el Seminario: Señor, desde que dijimos sí, todo han sido gracias. Hemos sentido tu presencia, Señor, ayudándonos en todo momento. Tras esto, D. Juan José les entregó a cada uno un pergamino de admisión, uno de los momentos que más emocionó a las familias de los jóvenes, en especial a sus padres. También regaló al Seminario una reliquia con los restos de San Juan de Ávila, patrono del clero español y próximo doctor de la Iglesia. En sus palabras finales se refirió a las imágenes del Sagrado Corazón y de la Virgen de los Reyes presentes en la plaza: Estoy seguro de que con esta compañía pronto el Seminario Menor va a ser un vivero de vocaciones al sacerdocio. Finalizada la celebración, el arzobispo visitó la capilla, presidida por una talla de la Virgen del Buen Aire en tamaño académico, y bendijo las instalaciones del Seminario, en las que los seminaristas recibirán su formación humana, académica y espiritual, recordando que se trata de una escuela de oración y de un lugar de estudio. A continuación, recorrió las dependencias de la casa, entre ellas la sala de estudio, la biblioteca, el comedor, y también las habitaciones de los seminaristas, para la sorpresa de alguno de ellos En todo momento de mostró muy cercano con ellos y con sus familias, que quisieron intercambiar impresiones con él. El acto concluyó con una copa que se brindó a los asistentes en el jardín del Seminario. cluyó con una copa que se brindó a los asistentes en el jardín del Seminario. ![]() (Texto original del la web www.seminariosevilla.org) |