Actualidad - José Campanario - "El gallinero"
Las noticias vuelan, y, tintes xenófobos aparte, en algunos casos parece que algún que otro personaje está fuera de circulación, o al menos debería estarlo. El poblado de El gallinero es un asentamiento de gitanos rumanos que está a 15 Km. de la Puerta del Sol, y a pesar de la corta distancia, se encuentra a 60 años (luz) del año 2012. Se comenzó a formar sobre el 2007 a base de rumanos sin papeles. Hay 140 niños menores de tres años (a falta de verificaciones estadísticas oficiales). El año pasado el ayuntamiento de Madrid retiró algo más de 1.900 toneladas de basura, cifras que se acercan al total de residuos generados por la ciudad de Madrid. De cifras de paro, ni se mencionan y de renta per capita mejor lo dejamos. Bueno pues ante este halagüeño panorama el Sr. Arzobispo de Madrid, monseñor Rouco, tuvo la genial idea de ir a celebrar una misa en este paraíso rateril. Allí se presentó con su casulla verde esperanza y acompañado de su séquito. Y tuvo una ocurrencia, para entrar en situación, de lo más acertada: preguntar a los niños quién era el niño Jesús. Los chavales le respondieron a coro: El hijo de la Lucía. La reacción de monseñor no se hizo esperar: estos niños no tienen catequesis.
Y llevaba toda la razón: ni tienen catequesis ni tiempo para ella. Y es que antes de la catequesis tienen que llenar la tripa para que no suene con algo, tienen que ir una vez a la semana a por agua con un cubo a casi un kilómetro para lavarse, tienen que evitar que les muerdan las ratas que campan a sus anchas entre las basuras, etc. Por supuesto que escuelas ni por asomo, ni asistencia médica. Claro, y con tantas faenas, es que no tienen tiempo para catequesis. Seguro que el cura responsable de la zona está preocupado por esas pequeñeces mundanas antes que de impartir catequesis a los 140 niños.
Esta es la diferencia entre la Iglesia real y la Iglesia oficial. Sin más comentarios. Se viene a la memoria el cuadro de Juan Pablo II a su llegada a Nicaragua riñendo a Ernesto Cardenal. Cosas temporales. |