Actualidad - José Campanario - "El rapto de Europa"
No va de poesía culterana, ni mucho menos. Aunque podríamos poner en prosa actual los versos del gran maestro dándoles un sentido más comprensible y más pragmático, acorde con los avatares de nuestros tiempos.
Y es que nos roban Europa. Nos la roban los especuladores que han provocado la crisis que devora las ideas, la crisis que hace desaparecer dignidades, que nos hace sentir vergüenza ajena ante determinadas posturas serviles, la crisis que hace ver como dignas las vilezas,... Y lo peor es que todo se hace sin que importe ni lo más mínimo la opinión de los paganos, de los que pagaremos la crisis: los ciudadanos. Nos roban Europa, carteras incluidas, aquellos que por no conformarse, no se conforman ni tan siquiera con especular con la producción de alimentos de medio mundo y, es literal no es ninguna figura poética, provocando hambrunas. Lo peor del caso es que esta especulación del hambre está permitida y con el visto bueno legal de todo un premio Nobel de la Paz, que por cierto, cuando tengamos una oportunidad comentaremos el mérito de algunos de estos galardones. Nos roban Europa las siete grandes corporaciones bancarias, a las que no calificaremos para no ser tachados de antisionistas, radicadas en la casa del Emperador Barak Obama. Y los que nos roban nuestra Europa, esa que nos ha costado más de 60 años a los ciudadanos libres de este viejo continente, lo hacen con el cinismo de buscar soluciones a la crisis. Evidentemente los que padecemos la crisis que ellos han consentido que provoquen estas grandes bancas, somos los que tenemos que ganarnos la vida con el sudor de nuestra frente. Ellos, los testaferros de los especuladores, ni la padecen, ni sufren estrecheces, ni tienen problemas para pagar la hipoteca, ni pasan agobios para llegar a final de mes. Y encima tienen la desvergüenza de reunirse cada dos por tres para llegar a acuerdos que solucionen el problema de la deuda pública. A ninguno de ellos se les ocurre renunciar a sus privilegios en forma de sueldazos, cochazos oficiales, dietas desorbitadas, vacaciones y viajes de ensueño, comidas de lujo, etc. Nos roban Europa y lo quieren hacer de la forma más indigna, controlando nuestras decisiones sobre nuestra propia voluntad. Quieren controlar los presupuestos, lo que decide la forma de vivir, la dignidad y obligación de atender a los indefensos, la calidad de nuestra cultura y de nuestra enseñanza y por tanto el futuro de nuestros hijos, etc. Se pasan por el forro toda la Constitución Española de 1978, hablamos de España, cuando se pretende controlar los presupuestos de nuestro país. Claro que como nuestra Constitución, como ya hemos dicho en otras ocasiones, es papel mojado, pues no hay problema, por nuestro ordenamiento jurídico se entra y sale como elefante por una cacharrería, que para eso los representantes de los ciudadanos españoles, permiten todas las tropelías que se les antoje a los especuladores y sus voceros.
El Preámbulo constitucional establece que se proclama la voluntad de: Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida. El Art. 1.2 Indica que La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado El Art. 23.1 establece que Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes Se dice en el Art. 66.1 Las cortes Generales representan al pueblo español, y en el apartado 2 del mismo artículo Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, Incluso se establecen algunos mecanismos de garantía constitucional como en el Art. 95.1 cuando se expresa que La celebración de un tratado internacional que contenga estipulaciones contrarias a la Constitución exigirá la previa revisión constitucional Incluso el Art. 134.1 es muy explícito en lo relacionado con el tema presupuestario cuando establece que Corresponde al Gobierno la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado y a las Cortes Generales su examen, enmienda y aprobación. Y para la Reforma Constitucional, se establece en el Art. 168.1 el procedimiento y requisitos necesarios. Cuando se propusiera la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título Preliminar, al Capítulo Segundo, . Lo que no está claro, dada la inseguridad jurídica a la que nos están acostumbrando en este país, es que se cumplan las condiciones establecidas. Seguro que, con reforma constitucional o sin ella, se hará lo que ordenen los mercados. Y a todo esto, nuestro Presidente en funciones y el presidente electo aún sin funcionar, han engrasado muy bien la bisagra para hacer las correspondientes a las órdenes de los testaferros Sra. Merkel y Sr. Sarkozy.
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