Actualidad - José Campanario - "Elecciones"
Podríamos considerar dos hechos
importantes: la victoria por mayoría absoluta (casi aplastante) del PP y el
desbacamiento del PSOE. En buena lógica, habría que destacar alguna que otra
pincelada política de importancia: el avance de IU y sobre todo la aparición,
evidentemente no deseada por cualquier demócrata, de los representantes
legales de ETA.
Y comenzaremos
por desmenuzar, aunque de forma breve y provisional los cuatro temas planteados
(nos condiciona la convocatoria a casi tres meses vista de las elecciones y sus
resultados en Andalucía para nuestro Parlamento y Gobierno autónomos).
La victoria del
PP, se produce en primer lugar, en un ambiente enrarecido y de mucha crispación
social, con una crisis provocada por la gran banca, y en esto coincide la
inmensa mayoría de los analistas, aún cuando los políticos, sobre todo los
ganadores, no tengan la valentía de decirlo abiertamente. Como segundo
factor que incide en la victoria conservadora, se podría considerar el
agotamiento de la oferta política del PSOE: sus políticas sociales se han visto
alicortadas por las limitaciones económicas, y algunos diríamos que también por
sus limitaciones ideológicas, pero esto último sería cuestión de un debate
mucho más profundo que no viene al caso en este análisis a vuelapluma. En este
apartado se puede incluir la mala gestión de la crisis (seguimos insistiendo
en su artificialidad) y sobre todo en el ocultamiento a la opinión pública.
Evidentemente las medidas para salir de ella también han conllevado un desgaste
muy importante. Como conclusión en este apartado, podríamos decir que la
victoria del PP se produce más por agotamiento del adversario que por méritos
propios. No se puede olvidar que el crecimiento en número de votos del PP es
mínimo en tanto que la pérdida de votos del PSOE se sitúa en más de 4,5
millones, lo que supone casi un 30% de los votos obtenidos anteriormente, una
auténtica sangría. Destacar que a
día de hoy, los españoles, seguimos sin conocer el programa electoral del Sr.
Rajoy, y por tanto sus alternativas para gobernar. Igualmente en que por
primera vez llega, o llegará cuando sea investido por
el Parlamento, a presidente de la nación
una persona que en todas las encuestas de opinión no ha alcanzado nunca el
aprobado. Es un factor importante a tener en cuenta de la confianza que
depositan en los políticos los ciudadanos españoles. Podríamos seguir
analizando los pormenores del triunfo de la derecha en España, pero como ya
decíamos al principio, queda la importante cita andaluza, con parámetros
diferentes, para llegar a unas conclusiones más certeras. No podemos olvidar
que hay dos situaciones antagónicas en Andalucía: nunca ha vencido el PP y
nunca ha perdido el PSOE. Por otra parte,
como ya hemos apuntado anteriormente, el PSOE ha perdido la confianza, en estas
elecciones generales, de casi un tercio de su electorado, y para comprobar si
ésta pérdida es irrecuperable, tendremos que esperar a ver como se aclara el
panorama andaluz. Una vez se celebren las elecciones andaluzas, podremos
analizar el sendero que le espera y sus posibilidades de supervivencia. Y también
coincide un avance importante de una izquierda más ortodoxa, IU y la aparición
de los terroristas conversos (muchos no acabamos de verlo claro) que se
incorporan a la arena democrática, en parte a costa del nacionalismo vasco
representado por el PNV y de votos socialistas en una mayor medida
. En lo que
concierne a la oferta izquierdista, hay que decir que prácticamente vuelve a
situaciones y resultados de hace casi 20 años cuando era liderada por primera
vez por el cordobés Julio Anguita. Habrá que ver si su praxis política será
nuevamente respaldada por el electorado, con lo que la vuelta a las dos
opciones de izquierda sería una realidad. El tiempo será el que dicte
sentencia, una sentencia que en caso afirmativo sería el comienzo del final o
del cambio profundo de la otra opción izquierdista. Lo de los
etarras conversos, es harina de otro costal. Se confirma la sospecha del apoyo
y cobertura real con el que cuentan en el electorado abertzale. Este espacio
político nacionalista es muy difícil para opciones de ámbito nacional, al igual
que pasa en Cataluña. Y por último
aparece, aún cuando el número de votos no se corresponde con los escaños
obtenidos, ya que hasta la fecha tan sólo tenía un representante, UP y D, el
partido de Rosa Díaz con vocación de bisagra política, ocupando un espacio
centrista en tierra de nadie. Se han hecho
extrapolaciones a nivel andaluz, o mejor dicho proyecciones de resultados para
las elecciones al parlamento andaluz y la consiguiente formación de
gobierno, pero nos resultan realmente
aventuradas y un tanto temerarias. En las elecciones andaluzas hay otros
parámetros distintos y otras valoraciones que tener en cuenta. Desde aquí
apostamos, siendo un tanto atrevidos, por un resultado muy igualado entre los
dos grandes partidos, una subida muy importante de IU, y una presencia bastante
significativa, aunque no decisoria, del centro político compartido por UP y D y
por el Partido Andalucista. |