"GUARDAESPALDAS"

¡ Y vamos de nuevo con el diccionario de la Real Academia. !

El guardapolvo es esa prenda de vestir a modo de bata o blusón de tela ligera que se usa para preservar la ropa de polvo y manchas, cubre el cuerpo enteramente.

El guarda raíl es un elemento de protección de seguridad vial pasiva.

El guardagujas es la persona que en los puntos de empalme de los ferrocarriles tiene a su cargo mover las agujas cuando ha de efectuarse un cambio de vía.

Y así podríamos seguir buscando palabras que contuvieran el "guarda" para llegar al convencimiento que lo que une a todas estas palabras es que el objetivo principal de todas ellas que no es sino guardar, vigilar, proteger..... Con todos estos "ingredientes" ya mucho antes de que existiera cada uno de los elementos anteriores, existía también la figura del guardaespaldas, como en la antigua China.

Un guardaespaldas es una persona o grupo de personas, que protegen a un individuo o a su familia, de ataques personales, atentados, rapto o secuestro, pérdida de información confidencial u otras amenazas.

Dicen que los guardaespaldas son personas entrenadas en el combate cuerpo a cuerpo, especialista en armas blancas, de fuego y armas no convencionales sin embargo, la habilidad más importante para un guardaespaldas es de minimizar los riesgos, ya que estos podrían causar daños al objetivo a resguardar, y lo logra mediante los principios de: ubicación, observación, protección, reacción y extracción; con sus respectivas técnicas, tácticas y logística.

Muchos personajes públicos son protegidos por sus guardaespaldas, quienes trabajan en grupo, o en solitario usando vehículos especiales y algunas veces vehículos señuelo para proteger al individuo. Aquellos con perfiles de menos riesgo son acompañados por un único guardaespaldas, quien hace a su vez de conductor. Finalmente podemos decir que los guardaespaldas deben estar dispuestos a arriesgar su vida para salvar a la persona que está protegiendo.

Claro todo esto, en una dictadura, en una posterior transición, en un país tercermundista en que la justicia se la toma uno por la mano, en zonas de conflictos bélicos, pero claro aquí en la Costa del Sol, en el centro de una civilización democrática, la verdad que suena a como fuera de lugar, inconcebible. No creo que ni una persona sea tan importante, tan deseada, tan envidiada ni odiada, ni por supuesto tan mala como para llevar un guardaespaldas para su protección.

Otra cosa sería que se creyera el centro del ombligo del mundo, vendiera por complejo constantes persecuciones, o que realmente la mala conciencia originara un temor profundo a ser atacado, agredido o robado.

Y aún estando en la Costa del Sol, en el centro de una civilización democrática, si uno se lo puede pagar, allá él con su dinero y su bolsillo, todo sea por sentirse "guardado".

Ahora bien, si los gastos de la protección es a costa del ciudadano, eso ya es otro cantar, al menos puede uno opinar, no mucho no sea a ti a quién el guardaespaldas te de en la boca por encargo, lo cierto que si ya no es uno sino que son tres para cubrir turnos y un cuarto de corre turnos, bien equipados además con un coche oficial, eso dicen desde la oposición, que tienen muy mala leche y siempre están echando bulos malintencionados para desacreditar, ya estamos hablando de cientos de miles de euros al año a costa de los presupuestos municipales, que pagamos todos.

¡ La de cosas que se podría hacer con ese dinero en estos momentos tan delicados para tantos de nosotros !

Ya sea guardaespaldas, no profesional y no habilitada que es contratada por un particular para que le acompañe, no pudiendo portar armas ni ejercer funciones propias de un escolta, o sea un escolta profesional de la seguridad, pública o privada, especializado en la protección de personalidades, experto en combate cuerpo a cuerpo y especialista en armas bien sean estas armas blancas, armas de fuego y armas convencionales y no convencionales, pero principalmente debe y esta capacitado para minimizar cualquier situación de riesgo, y que seguramente habrá realizado un curso y un examen de capacitación, lo mismo da, suena a las películas de Al Capone o al miedo de las presuntas cosas mal hechas y que denuncian públicamente los opositores y personas malintencionadas, tirando la piedra y escondiendo la mano.



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© "Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"