Hoy es el segundo día de una cuenta atrás que he empezado para llegar a los sesenta y uno y buscar una salvación con una prejubilación después de casi 42 años de cotización, lo que equivale a decir trabajando. Es poder dejar atrás los cuatrocientos veintiseis euros y empezar a percibir una cantidad digna en base a lo que has cotizado. Como digo es el segundo día de una espera de tresciento sesenta y cinco, pero ahí estamos. Hoy, hace un momento, acabo de recibir un correo de Juan Pedro de esos que envía "de vez en cuando" con un "Muy, pero que muy bueno seguro que te encantará.....mándalo a todos esto es bonito", indicando una dirección de Youtube. La verdad es que he entrado y es muy bonito, muy reconfortante. Y es por eso por lo que lo he traido a nuestra web para todo aquél que lo quiera disfrutar. |
A modo de cuando nos sentaban en el cine del seminario para comentarnos la película que nos iban a proyectar, me permito comentaros el video que vamos a ver. Ocurre en
la plaza de San Roque de Sabadell en la mañana del 12 de Mayo. Era sábado y la gente iba de un sitio para otro con sus hijos para aprovechar el día. En un lado de la
plaza se encontraba un hombre inmóvil vestido de frac y portando un violonchelo. Delante suya un sombrero mirando al cielo y clamando unos céntimos. Esta parecía una de esas
imágenes inmóviles representado un personaje real o imaginario que han inundado las calles y plazas de nuestras ciudades buscando también un poder seguir para adelante.
de Mayo
Cuando una niña se acerca para poner su dinero el hombre empieza a tocar el violonchelo. Suena el Himno de la Alegría", la gente distraida empieza a fijarse en el personaje, de repente se une una señora con otro violonchelo, que en lo que parece un mano a mano, aumenta el volumen de las notas empezando a atraer la atención de los transeuntes. Una chica se une al dúo con su fagot formado un trío, más tarde se unen dos violines. En la plaza de siente que la gente se agita, expectante y curiosa van acercándose a ellos para ver, escuchar y tomar fotos de algo que empieza a llamarle poderosamente la atención. Poco a poco se van uniendo al grupo más violines, oboes, flautas, trompetas, clarinetes, tubas, trompas, trombón. La gente sonríe y se muestra inquieta viendo como desde portales y esquinas van apareciendo más y más músicos con instrumentos de percusión. La atención es máxima, el coro de gente se agolpa, los niños buscan sitios preferenciales, la música los invade y poco a poco, sus cuerpos se mueven al compás de la música, algunos cantan la letra. La verdad es que vale la pena verlo. Una persona puede levantar su voz y llamar levemente la atención o pasar desapercibido, dos personas en un mismo argumento tiene más fuerza, tres muchas más, veinte, treinta elevando su canto, sus notas de lamento o de alegría, además de ser escuchado con atención, puede conquistar a un mundo, al menos ser oido con intensidad. Realmente es bonito el video emitido por el Banco de Sabadell, uno mira esas cosas y tiene que reconocer que los catalanes, sus cosas tendrán, pero en llevar la cultura a la calle pueden ir por delante, "a lo mejón", como se dice en mi pueblo. Lástima que sean días de aguas turbias que quieren desembocar en una independencia, aunque sea mangoneado, como siempre, por unos pocos que repudian a España, con lo fácil que es dar cerrojado territorial y boicotear los productos catalanes. No puedo irme sin recordar a todos esos de "la banda" que el Himno de la Alegría es y lo llevó por el mundo Miguel Ríos, un "granaíno" de Andalucía, letra de Amado Regueiro Rodríguez y con los arreglos de Oswaldo Ferrero Gutiérrez y Edward Hodges ya que la música se basa en el último Movimiento de la 9º sinfonía de Ludwig van Beethoven, catalán ninguno. |
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