Ahora todo el mundo ve chinos por todos los lados, hay alarma social, sobre todo en los pequeños comercios a los que no hace mucho se les dio cerrojazo a más de uno con la implantación de las grandes superficies, y digo alarma social porque ahora con la conquista de nuestras calles, van poniendo luminosos y rótulos, con un rojo y amarillo como colores preferentes en forma de emblema y seña, que no tiene hora de cierre, estando abiertos antes de que pinten el suelo de las calles y aceras los primeros rayos del sol.

Los pequeños comercios no pueden competir con esos horarios, no tienen catorce de familia a turnos, ni tampoco pueden competir con esos precios de productos de origen chino, de mano de obra más barata china que roza la explotación.

Esos precios son los idóneos particularmente para los bolsillos vacios tocado por obra y gracia de la crisis, y que siendo bueno en principio para algunos a la larga es un perjuicio grande para muchos más dado que el florecimiento desmedido de este tipo de negocios llevara al cierre inminente no solo de los comercios pequeños sino de fábricas que empezarán por reducir mano de obra para terminar cerrando por minimizarse la producción nacional. Sobre todo si se compra la de fuera por ser más barata aunque sea más mala y cumple cogida con alfileres las normas de seguridad y sanitaria comunitaria.

Mas abajo he puesto dos vídeos muy significativos de todo esto, pero la verdad sea dicha esto de los chinos no puede sorprendernos a nosotros que ya hicimos hace bastantes años la primera comunión, nosotros ya vimos nuestras calles llenas de "chinos pelúos" que te descuajaringaban los riñones cuando paseabas en bicicleta y en donde traqueteaban los carros y los primeros coches.

Las cosas del progreso nacional hicieron que desaparecieran los chinos para ser sustituidos primeros por adoquines, y más tarde todos éstos para mostrar calles asfaltadas y debidamente alcantarilladas en las que ya pudimos jugar a la pelota y al "salto de las papas cocías" sin fastidiarte un tobillo.

No pretendo que este simil valga de ejemplo, y terminaría hablando de este problema social que solo contrata mano de obra china, pensando en una playa de arena fina y caliente en la que acomodamos nuestro cuerpo a lo largo sobre la toalla, tomando el sol y escuchando el romper de las olas en la orilla, en una de esas playas gaditanas lejos de las playas de chinos,..... ¿con cuál de las dos te quedarías?