En Agosto de 2009 colgaba en la web muchos de mis recuerdos de Pilas. Una de las cosas que puse fue este dibujo de arriba, y decía textualmente:

"En el dorso del libro me he encontrado éste dibujo. Un dibujo que me ha hecho pensar, no se si entre nosotros habrá un psicólogo, pero me vienen cosas a la cabeza al ver una jaula abierta y un pájaro que en vez de plumas parece que lleva puesto un frac, y que se dirije a ella en vez de volver atrás y volar.

Parece como si el pájaro tuviera la capacidad de elegir y de poder entrar en dónde presumiblemente no hay libertad, tal vez el pájaro era más libre dentro que fuera, y era dentro en dónde se encontraba feliz, sin el sentimiento de esclavitud, encarcelamiento o restricción de libertad.

Tal vez yo tuviera dentro cosas que no encontraba fuera, tal vez por eso, era feliz".

Lo cierto es que hoy que ha vuelto a caer en mis manos para preparar en recuerdos el "Libro de Oraciones" me he quedado de nuevo pensando. Me veo en el aula ido, con el pensamiento absorto, sin escuchar lo que allí se hablaba, y seguramente por algún conflicto emocional sintiéndome a gusto de estar allí, queriendo estar dentro de mi "jaula", seguro.

Allí cada uno cuenta como le va, como le fue, tal vez alguno quisiera hasta olvidar, poder borrar un trauma si lo hubiera, o tener dulces recuerdos almacenado en un recondito lugar de uno de los lóbulos del cerebro y que es capaz, cerrando los ojos, hasta de permitirte una retrogresión y oler el azahar de los limoneros del patio central, mirar en la palma de tu mano aquella flor de cinco pétalos blancos mientras estás tumbado en corrillo sobre el césped a la sombra del limonero viendo como las hormigas circunvalan el tronco pintado de blanco. Refugiarte al fresquito y sentir el run-run del periquito, que mueve una y otra vez Rafael elportero, que riega incansable el jardín de la zona central y que a veces acompasa el sonido del timbre del teléfono de la portería, y que te dejaba en silencio a la espera de oir "conferencia para..........", y seguir comiendo aquél medio bocadillo mañanero de pan con sardinas en aceite a la espera de que sonara la sirena de nuevo llamando a las segundas clases del día.

Hoy, muy lejano todo aquello, no es más que recuerdos de un periodo pasado en el que forjaron espíritus, sentimientos y valores, hoy, tan escasos o perdidos, y si tiempos pasados fueron mejores, seguro me quedo con aquellos, y si no lo hubieran sido, seguro también que ya los habría olvidado.


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© "Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"