LAS ELECCIONES 

Ya están a la vuelta de la esquina las elecciones, tiempos de promesas de sonrisas y de apretones de manos . Palabras y más palabras para decir que harán lo que no hicieron durante los cuatro anteriores años, en algunos casos muchos años más como consecuencia de reelecciones. 

Calles empapeladas mostrando el lado bueno de caras con fotos tipo carnet, pero gigantes, anidadas en frases hechas la mayoría de ellas sin sentido, y no por su contenido sino por su aplicación nefasta en días pasado.  

Pequeñas propagandas tapando, quien sabe si intencionadamente, todos esos anuncios de gente desesperada que igual se ofrece para darte un pintado o arreglarte un grifo por lo que sea, o esos papeles que trasmiten sin sonido un grito de desespero cuando lees esas letras, a veces fuerte y tenues otras casi sin fuerza, rogando un mocho y una fregona, o para cuidar durante veinticuatro horas al padre de un hijo que su ocupación no le permite y justifica su amor pagando. Anuncios que aún conservan muchos de ellos cada una de las lenguetas que contiene el número de teléfono y que nadie recoge porque ellos también pusieron un cartel en la otra farola, en el otro árbol, en el soporte de la señalización de prohibido el paso, en la de precaución de peligros diversos. 

Llegan días de mítines y de parafernalias, radios y canales de televisiones, entrevistas y dones de palabras, dimes y diretes, acusaciones y descalificaciones, se pone a la venta los votos, tu voto, que intentan comprar llenando tu buzón de propaganda, de sobres conteniendo las papeletas adecuadas para tu futuro, para tu puesto de trabajo, sobres que llevan tu nombre y tus dos apellidos para hacerte importante para ese partido, existes, nombre y apellidos extraídos de censos que corretean de uno a otro cajón de los partidos para hacer un buen marketing, para llevar la campaña personalizada al mayor número de votantes posibles. 

Listas de políticos creadas por los partidos a interés propio, políticos señalados unos en sus anteriores quehaceres, encausados otros, transfugados unos pocos, y los nuevos con carisma y ganas de cambiar el mundo intercalados para disimular y en posiciones lejanas de forma que asegura la poltrona al de siempre, al que no hizo nada, al que vino a llevárselo y a disponer de un sueldo alto por no hacer nada, de un elegante y poderoso coche con chófer para llevar a los niños al cole y a la mujer al corte inglés para ver los vestidos de temporada, a tirar de tarjeta y viajar en clase business, siendo más “turistas” que los otros turistas del avión o del ave. 

¡ Ave cesar ¡ los que vamos a votar te saludan. 

Y hay que votar, votar con cuidado, si estás descontento no votes a grandes alternativas ni a grandes oposiciones, porque todavía no han aprendido a gobernar unos y a construir otros que por inercia por ser oposición, sin valorar ni mejorar lo que es mejorable, solo destruyen. Unos a los otros solo señalan y hacen lo mismo unos y otros cuando da la vuelta la tortilla, criticar, malmeter y perder el tiempo con tiras y aflojas y criticar lo que anteriormente el otro hizo y tú, ahora haces. No votes en blanco, si estás descontento vota a un partido minoritario para que tenga más participación, no votar no es un voto de castigo. 

Ya están a la vuelta de la esquina las elecciones, tiempos de promesas de sonrisas y de apretones de manos . Más tarde llegarán nuevas restricciones para los de siempre, mientras ellos, los que deciden por cada uno de nosotros por el voto que un día le dimos para unas cosas y que utilizan para otras a conveniencia, seguirán con sus privilegios, sin restricciones ni limitaciones, ni siquiera para lanzar más de un bostezo en un senado o un congreso porque le aburre el tema a tratar y que a él no le concierne, o porque el día anterior tuvo desvelos por si me compro este o aquél chalet que terminaré de pagar cuando me jubile con el 100% de aquí a cuatro años, y si luego atrinco como asesor un pastón que me quite lo bailáo el que me votó y que se tendrá que jubilar a los sesenta y siete. 

Es cierto que esto es una crisis general y en eso se amparan los políticos que lo hicieron mal y tapan así su gestión. En otros países que también sacudió la crisis ya están sacando la cabeza y aquí cada vez estamos más hundidos, pero no hay que desesperar, hay que tener talante y confianza en los políticos, y para ello no hay que tirar más que de hemeroteca pinchando aquí. 

Palabras y más palabras para decir que harán lo que no hicieron durante los cuatro anteriores años, en algunos casos muchos años más como con secuencia de reelecciones. Vote, vote vote, Zapatero el que no bote, eso sí, él se va nos deja en la mierda económica y se lo llevará de por vida calentito, ande yo caliente y que le den morcilla a la gente, a esos, a los que votan. 


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© "Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"