MANUEL CRUZ VELEZ( 2010 )



LA CABRA TIRA “PÁLMONTE”


La verdad es que yo soy de llano, de playita y de agua, de orillita de la mar en marea baja, agua que al subir y bajar acarician tus pies cuando pisan la arena blanca, pies que muestran tu camino recorrido y que son borrados u olvidados como si no tuvieras pasado por ese agua de la bahía llena de historia, de cuentos con acento andalú con connotaciones fenicias y árabes, con sones de andalusí que suena al romper las olas.

Yo soy de llano, y no entiendo de monte ni de sierras, de picachos ni atalayas, ni de cimas redondeadas fruto de las caricias del viento, ni siquiera de esas lomas que aún muestran torres derruidas del moro, no, no entiendo, solo me suena el monte Sinaí, aquel que sin ser un ocho mil puso la banderita Moisés bajándose las “tablas”, tablas que eran de piedra y están medio olvidadas, o del Gólgota, ese monte en la afueras de Jerusalén que debe su nombre a las formas de caravelas y en donde se cuenta fue crucificado un tal Jesús, a la postre el primer y más grande socialista, sin patrimonio declarado y repartiendo lo que tenía, pan y peces, socorriendo a los afligidos.

Tampoco entiendo de cabras y por ende de quesos, a pesar de que los mejores quesos del mundo se encuentren en la sierra de Cádiz con esos semi de cabra y oveja como los quesos de Payoyos.


Villaluenga del Rosario


Lo cierto es que será verdad el dicho de que la cabra tira para el monte, y aunque este caso que nos trae, ni es monte ni es cabra, la frase surgió como anillo al dedo y es que encontré en la “ré” la siguiente foto.

Como monte, un lugar sagrado, lugar de recogimiento y encuentros, de celebración de momentos mágicos llenos de recuerdos y cariño como el que recoge el de la familia “Sánchez” reunidos el pasado día 1 de Mayo en el Santuario alcalino de Nuestra Señora de Todos los Santos, 1 de Mayo, dos días antes de que empiecen a sonar en Ubrique la tradicional “Crujía de los Gamones” (Pinchar para saber más).

Y allá arriba, detrás del atril, con cara seria de circunstancia se encontraba el “padre” Simón, “predicaba” a los asistentes, transmitía palabras de recuerdos a los que ya no estaban, de emociones, de recorridos por la vida, y como si de una epístola se tratara leyó:


El padre Simón


“Y la vida sigue… y nos persigue para que continuemos con fuerza y esmero en todas nuestras acciones cotidianas para que disfrutemos de ella. Gozamos de las cosas sencillas porque la sencillez es la mejor forma de vida para ser feliz y hacer feliz a los demás. Verán ustedes…nosotros tenemos el gran privilegio de vernos todos, por lo menos una vez al año, para contarnos nuestras cosas, para compartir mesa y mantel en estas mesas playeras sobre alfombra de tierra, para reírnos a carcajadas, para dejar aparcado los problemas por un día, para llamarnos primos, para llamarnos hermanos, para llamarnos tíos, para llamarnos sobrino, para decirnos verdades y mentiras, para decirnos guapos, para decirnos guapas, para decirnos bonitas, para meternos el uno con el otro achacándonos las arrugas, para valorarnos la cabeza de cuanta plata tenemos en ella, para alegrarnos con la vida porque ella nos ha escogido para que sea así y con ella la sencillez que nos alegra y nos llena de felicidad.”

El “padre” Simón, sin alba y sin el cíngulo, sin estola y sin manipulo se despidió de aquellos feligreses como cada año, y con un hasta pronto a modo de bendición dio por finalizada la ceremonia con besos, achuchones y abrazos.

No tuvo que volverse, por tanto, a la sacristía a quitarse la ropa de la ceremonía, Simón Candón “curata” donde los haya al no ponerse el cíngulo que como todo sabéis simboliza las cuerdas con la que Jesús fue atado en el Huerto de los Olivos, omitió el : Cíñeme, Señor, con el cíngulo de la pureza, y apaga en mis carnes el fuego de la concupiscencia, para que more siempre en mí la virtud de la continencia y castidad.

No se si es aplicable y cierto aquello de que la cabra tira pálmonte, pero les garantizo que Simón estuvo en el papel, anduvo como pez en el agua, y es que como lo mamó, lo lleva dentro.


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© "Los niños de Juan Manuel" - Junio 2009"