D. Juan Manuel Núñez
Que pueda sentir por dentro una gran admiración por alguien que, siendo niño , a mi todo me ló dió, es algo grande y hermoso, digno de agradecer a quien a mi lado estuvo cuando así fue menester.
Queremos agradecerte ese empeño y ese afán que pusiste día tras día, siempre "al lado del cañón", en llevarnos, desde niños, a esa plena juventud, llenos de gozo, y con ganas de vivir, sintiendo en cada momento el sentir de la emoción ese aire puro y limpio y amor a lo natural que nos hizo sensibles, ante todo a los demás y a todo cuanto en la vida nos venía a rodear.
Juan Manuel, tu fuiste padre y un amigo de verdad en los años tan dificiles, aquellos de pubertad, en que siempre es importante alguien que te sepa guiar.
Tu nos diste tu cariño, tu esfuerzo, tu voluntad, ese espiritu altanero difícil de derrotar en los momentos más duros que tuvimos que pasar.
Juan Manuel, tu fuiste el faro pudiendo así alumbrar nuestros pasos en la noche, cual marinero en la mar, llevándonos a buen puerto allá por el alta mar.
Juan Manuel, tu fuiste apoyo, consuelo en el caminar del caminante perdido que no sabe a donde va y que tú, como buen guía, siempre supiste encauzar.
Juan Manuel, fuiste, ante todo, el gran ejemplo a seguir fuiste un lider en nosotros al que supimos admirar por esas tus cualidades de entrega hacia los demás, de servicio, siempre dado con gran generosidad, por tu espiritu altruista de ayuda y humanidad, por algo que en tí resalta que es el amor de verdad.
Por eso, nosotros hoy, las gracias de corazón a tí, Juan Manuel, te damos por haber sido el tutor, el padre, amigo y el guía, también nuestro superior, en aquél centro llamado el Seminario Menor de aquel pueblo en el recuerdo, Pilas para más mención, al que todos recordamos con gran satisfacción.
DEDICO ESTA SENCILLA Y HUMILDE POESIA A JUAN MANUEL EN EL HOMENAJE QUE HOY LE TRIBUTAMOS TODOS LOS QUE TUVIMOS LA GRAN SUERTE DE PASAR, JUNTO A EL, SEIS MARAVILLOSOS AÑOS.
CON MI MAYOR AFECTO Y ADMIRACION.
ANTONIO DIAZ MUÑOZ
OLIVARES JUNIO DE 2009